Qué decir de este tomo, impactante y emotivo pasado de
Luffy junto a sus hermanos
Ace y
Sabo. Saber la verdad de
Sabo ya te impacta y te recuerda un poco a
Oliver Twist ^^, y la aparición de
Dragón (para mí cada vez que aparece sube el pan, me encanta este personaje y ya no digamos a la gran
Iva xD) y la impresión que le causa el resentimiento de
Sabo hacia sus iguales (nobles) es simplemente magnífica. Ver a
Ace de pequeño mostrando el uso del
Haki como
Luffy en
Impel Down contra los lobos o en
Marineford tambien fue muy emocionante ^^. Pasa lo que pasa (no quiero meter spoilers) y se vuelve al presente, donde
Luffy esta destrozado, tanto física como psíquica y mentalmente, y ante él está
Jinbe que, haciendo honor a la promesa que le hizo a
Ace de protegerlo y cuidarlo, le fuerza a pensar en lo que aún conserva, sus amigos y compañeros (la imagen de
Luffy llorando como un bebé llamando a sus amigos es... assdgfhjjgfjk). Luego aparece como por arte de magia
Rayleigh (nadando como si tal cosa por el Calm Belt, lo que nos demuestra que no es un poseedor de una fruta demoníaca ^^) y éste insta a
Luffy a posponer el encuentro con sus compañeros, diciéndole que si no se acordaba de lo que pasó en
Sabaody. Mientras tanto se ven las tumbas de
Barbablanca y
Ace (imponentes). El tomo finaliza con las noticias de que algunos miembros impotantes de la
Marina han dejado de serlo y vemos a los
Supernovas por el
Nuevo Mundo, pasándolo canutas unos, y otros divirtiéndose (que loco está
Kid xD). En sí el tomo se lee muchísimo mejor ahora que leyéndolo capítulo a capítulo, y ver las reacciones de todos los tripulantes de los
Sombrero de Paja ante la desdicha de su capitán es cuanto menos épico.
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